Cristo es el camino él es la luz, él mora en lo más ricóndito de tu corazón.
La divinidad es una escala donde existen las fuerzas que regulan y controlan todos los procesos, nadie asciende si primero no vence su propia sombra, su guardián del umbral.
La sombra, el guardián del umbral son todos nuestros egos, errores y defectos que hacen de nuestras formas de vidas vanas y llenas de ilusiones
Son los iniciados los que transitan por la senda de los sagrados misterios, los demás solo somos sombras y hojas caídas del gran árbol que sustenta la vida.
Transitar por el mundo implica haber sido invitado a participar de la gran obra del padre.
Y el Rey preparado el banquete mando a sus servidores a llamar a sus convidados especiales, y estos empezaron a excusarse de una u otra manera. Entonces el Rey conocido esto mandó a que fuesen por los caminos y veredas y todos los que encontraran les hiciesen entrar.
Pero cuando entró el Rey observó que uno no estaba vestido con el traje adecuado, entonces ordenó que se le atase de pies y mano y sele tirase a las tinieblas exteriores.
La invitación es para esos convidados especiales, esos iniciados que saben el reto y la responsabilidad que tienen en el camino, pero que los afanes de la vida y del mundo no les han dejado que la semilla de su corazón florezca e ilumine como faros de vida y senda de luz.
Tenemos que vaciar de nuestro corazón los errores, el egoísmos y los apegos para que pueda aflorar la llama el fuego devorador, la misericordia la paz y la verdad. ésta es la manera para darle cabida al surgimiento del Cristo en nosotros.
sábado, 26 de marzo de 2011
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