Muchos son los llamados pero pocos los escogidos, es la búsqueda incesante la que conduce al camino y la tenacidad a la liberación final.
La toma de conciencia es la oportunidad de poder liberarnos de los malos hábitos, de la esclavitud, del error de los defectos.
La clave para la toma de conciencia es entender que somos un cumulo de sensaciones y emociones, y son estas en última instancias las que debemos saber transformar.
Lo que recibimos del mundo son impresiones, las que llegan y entran a través de los sentidos, es en ese instante donde debe actuar nuestro principal filtro "el ser consciente", "el observador interno", quien debe saber canalizar todo tipo de impresiones y dar respuesta con un estimulo apropiado a las emociones y sensaciones internas.
Inicialmente ¿Quien reacciona en nuestro interior?. El ego, nuestros defectos, el error, nuestras malas costumbres acumuladas de existencia en existencia.
Más allá de este mundo de las impresiones, sensaciones y emociones, es en última el ser interior el resultante de todo este batallar cotidiano.
Dice el ser íntimo: Yo sé todo lo que haces; conozco tu duro trabajo y tu constancia y has sufrido mucho por mi causa, sin cansarte. Pero tengo una causa contra ti: que ya no tienes el mismo amor que al principio. Por eso recuerda de donde has caído.
La Luz vino al mundo y habitó entre nosotros, la Luz es el ser íntimo que habita en nosotros, el mundo es la carne donde debe batallar incesantemente este último para buscar la liberación del ser íntimo.
Siempre hemos sido Luz y lo seguiremos siendo, lo único es que en este momento no somos conscientes de ello.
sábado, 14 de mayo de 2011
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