La Ascensión del Alma

Bienaventurado el hombre que soporte la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de la vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie, sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte(santiago 1:12-16). Cuando las almas vienen al mundo de acuerdo a su naturaleza, retornos y designios, a ellas les es asignado el falso espíritu, quien concibe para dicha alma toda clase de maldad de acuerdo a la naturaleza de todos sus comportamientos, quien se vuelve una envoltura para ella, un consejero infiel, irascible y persistente, y este conduce e insinúa al alma a hacer toda clase de maldades, perversidades y atrocidades, como a este le fue concebido desde el principio por los señores de la maldad(arcontes). Y fuera del cuerpo el falso espíritu conduce al alma a cometer toda clase de iniquidad, cuando ya el tiempo de dicha alma ha llegado a su fin, el falso espíritu se vuelve un enemigo del alma. Para su ascenso a las alturas ella deberá develar los misterios por la cual fue atada con los sellos del destino al falso espíritu. Además debe liberarse de las siete potestades de la IRA. -La primera forma es las tinieblas, el vivir en la oscuridad -La segunda la Concupiscencia, el deseo ilegítimo y desordenado que mora internamente -La tercera la ignorancia, -La cuarta la envidia de muerte -la quinta el reino de la carne, el deseo desenfrenado a la naturaleza humana. -La sexta la loca inteligencia de la carne -La séptima la sabiduría irascible, que tiene su sede en el pecho, es por la que el hombre expresa valor y con lleva a las pasiones ira, venganza ... Y la concupiscencia le dice, no te he visto bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces? y si el alma descifra su designio, responde Yo te he visto, pero tú no me has visto, ni me has reconocido. Por la vestimenta que era tuya, y no me reconociste. Una vez liberada, el alma con gran alegría llega a mano de la tercera potestad, la ignorancia, quien la interroga, diciéndole ¿A donde vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás dominada, no juzgues. El alma responde ¿Por qué me juzgas tú a mí, si yo no he juzgado? Yo he sido dominado, pero no he dominado. La Ira le pregunta al alma.¿De donde vienes homicida? ¿A dónde vas, dueña del espacio?, el alma responde lo que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada. En adelante alcanzaré el reposo del tiempo(Kairós), del tiempo(chrónos), (el reposo) de la eternidad, en silencio. Del libro de Pistis Sophia: María la exaltada, pregunta a Jesús: Mi señor, los que han recibido los misterios del inefable y se han desviado de nuevo, pecando, no teniendo fe y han desencarnado antes de arrepentirse, qué les sucederá? Y el salvador contestó a María:"Amén, amén os digo:"todos los que hayan recibido los misterios del inefable, verdaderamente benditas son las almas que han recibido estos misterios, sin embargo si se desvían y los quebrantan y desencarnan antes de arrepentirse, su juicio es más penoso que todos los juicios y sumamente violento, aunque sean nuevas dichas almas y sea por primera vez que vienen al mundo. Ellas no regresarán a los cambios de cuerpo desde ese momento en adelante y no podrán hacer nada sino serán arrojadas afuera a las tinieblas exteriores para perecer sin existencia para siempre. Por esta causa he traído los misterios a este mundo para desatar todos los lazos del espíritu falso y todos los sellos que atan al alma, esos sellos que liberan al alma de sus padres los arcontes(señores de la maldad) y las transforman en luz sutil para conducirla hasta el Reino de su Padre, el Primer Principio, el Primer Misterio. Por eso os he dicho en ese entonces: Debéis abandonad a vuestros padres, los arcontes del destino, para que pueda convertirlos en hijos del Primer Misterio eternamente.