Y le explicaba Jesús a sus discípulos, " Amen, amén os digo: Aquél que se conserva en la vida y salva sólo un alma, además de la dignidad que él posee en el Reino de la Luz, recibirá otra dignidad por el alma que ha salvado; así que aquél que salve muchas almas, además de la dignidad que posee en la Luz, recibirá muchas otras dignidades por las almas que ha salvado".
Es pues la dignidad, la paciencia el amor y la bondad, la fuerza que nos debe acompañar, en este arduo camino. Pues la recompensa será al final.
Luchar por ser cada día mejor persona, mejor ser, esforzarse en conocerse un poco más cada día es la tarea.
Cada uno de nosotros se debe volver un salvador, un salvador de su alma, ser el salvador gemelo.
El salvador gemelo es la conciencia, que al despertar se vuelve el juez permanente de cada uno de nuestros actos. La conciencia es el Juez, es el guía que jamás se equivoca.
Si de verdad lo dejamos actuar el será nuestro faro y nos llevará a puerto seguro.
Conocer los misterios de la Luz, es llenarse de méritos para ellos. Son los llamados, los elegidos, quienes sientes la necesidad de la búsqueda.
Buscad y hallaréis, tocad y se os abrirá. Entonces , no ceséis día y noche, hasta que encontréis los misterios del Reino que os convertirán en Luz purificada.
viernes, 16 de mayo de 2014
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