Muchos estamos convencidos, que somos los responsables de todas nuestras acciones y decisiones pero no es así, en casi todas nuestras acciones y decisiones opera un influenciador que es el que gobierna en ciertas circunstancias nuestra débil voluntad.
Este ente que manipula e influye sobre nuestra débil voluntad es el falso espíritu, nuestro guardián del umbral, el sello de nuestras malas decisiones, nos aconseja, nos indica que debemos hacer, es en última la mascara de la maldad, el ego, nuestros defectos, nuestro amado yo.
El ser humano ama al yo, yo soy así, a mi nadie me hace cambiar, tengo ira, soy orgulloso, la envidia es lógica sentirla, siempre justificamos lo malo, nos apetece hacer la maldad,
Ser una persona buena, ser decente, que difícil es, el mundo critica esta forma de ser, pues claro que para el mundo, para el que gobierna las decisiones y propósito del mundo, estas acciones no son bien vista, por que se salen de sus parámetros y disposiciones.
Claro que es cierto, existe un manipulador de las almas, de los sentimientos y de las decisiones de los hombres, vencer esta naturaleza es la verdadera lucha del mundo, la lucha de las almas conscientes.
Es obvio, que nadie puede enfrentarse a algo o/a alguien que uno no conoce, ni sabe como opera; el guardián del umbral, el falso espíritu, el enemigo del alma.
Es triste saber, que el mundo, que los seres humanos vivimos en un estado de vigilia permanente, creemos que estamos despierto, porque andamos con los ojos abiertos cuando de verdad andamos dormidos, utilizamos la razón, pero en cierto modo no somos conscientes de como operan las fuerzas y decisiones de los que gobiernan las ejecuciones del mundo, andamos dormidos, soñamos despierto, vivimos soñando, un ser humano, hace poco esfuerzo en permanecer despierto o consciente de sus actos. y cuando cree que los hace, por lo general es influenciado por esa fuerza oscura que manipula, gobierna y en ultima instancia determina nuestras decisiones.
Vamos a comprobar lo que decimos.
Desde nuestro interior vamos a empezar a observarnos.
Dividamos nuestra atención EN DOS EL OBSERVADOR Y EL OBSERVADO.
EL OBSERVADOR, solo va a estar presto para poner atención a las sensaciones y emociones que surgen desde el interior, sin hacer ningún juicio.
EL OBSERVADOR, es nuestro acto consciente, no hace juicio, solo observa, mira los impulsos que surgen desde distintas partes de nuestros centros de nuestra maquina humana.
EL OBSERVADO. Son todas las emociones y sensaciones (ira, codicia, envidia, lujuria, pasión, tristeza, etc.)que surgen desde el interior, por cualquier estímulo externo o interno, como lo que vemos, oímos, gustamos, tocamos, recordamos, sentimos.
El Observador, solo va a estar presto a mirar las reacciones que surgen por dichas emociones o sensaciones, de hechos o recuerdos.
Allí, nos damos de cuenta que desde nuestro interior surgen impulsos, fuerzas que en ocasiones se vuelven obsesivas, difíciles de controlar.
Esa fuerza es la que hablamos, ese es el ente que nos gobierna y nos manipula, no es uno solo es una legión, con múltiples individualidades, necesidades e intereses.
lunes, 8 de diciembre de 2014
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