Son pocos los que aceptan ciertas realidades. La realidad de la vida, la realidad del mundo y sus obras, lo que hacemos hoy y lo que decimos son los fervientes testimonios de nuestros actos y determinaciones del mañana.
Así como es una realidad lo que vivimos en el plano físico o plano tridimensional, también es una realidad moverse y vivir experiencias en otros planos como el mundo de las almas.
Moverse en el plano espiritual nos confiere visitar lugares tanto en planos superiores como en planos inferiores claro que todo esto tiene que ver con nuestras disposiciones y valores espirituales del que goce en ese momento nuestra alma.
Los que hemos vivido estas experiencias damos fe de ello; no es un sueño, son realidades y sabemos y conocemos que de acuerdo a nuestros actos, este o aquel camino nos tocará seguir.
Por mi se va a la ciudad del llanto, por mi se va al eterno dolor, por mi se va a la raza condenada... oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza en salid!.
Así se lee en el dintel de la puerta del infierno.
No es una obra sacada de la fantasía, ni de sueños imaginarios, son realidades vividas por Dante de Alighieri, quien fue trasladado aun en vida y en forma espitual a aquel lugar para dar a conocer a la humanidad el horrendo sufrimiento que les espera a las almas condenadas, los que hemos tenido el privilegio por la gracia del TODOPODEROSO en recorrer por pasajes breves estos sitios sabemos la soledad y la angustia que viven en aquellas regiones dichas almas condenadas, existen cárceles, lugares de reclusiones, parajes de penitencierias, donde las almas padecen y gimen con dolor sin esperanza.
Las almas que aun no han desencarnado pueden visitar dicha región, ver y oír desde la distancia algunos parajes permitidos, pero se le es prohibido por los guardianes, penetrar y transgredir aquellos sitios, entrar a ciertos parajes es posible por ciertos seres virtuosos, solo a aquel ser MAGNANIME y PODEROSO tiene potestad de franquear y abrir dichas puertas, solo él, el que venció a la muerte, quien venció al padre de la mentira(Belcebú), EL CRISTO, tiene poder para abrir las puertas del infierno y sacar a las almas de los condenados, solo él tiene ese poder.
La divina comedia describe con detalle y asombro aquel lugar, muchos tratan de interpretar este sitio solo como un lugar físico, pero no han podido entender que en el plano espiritual las almas traspasan y se mueven en distintas formas físicas, el antesala a la puerta del infierno son estados donde se mueven las almas en muchas de las formas físicas como objetos, múltiples cosas inanimadas y formas animadas, tanto de estructuras físicas, como de estados de la materias, para las almas las formas físicas solo son momentos estacionarios y de acuerdo a las leyes universales pueden ser confinadas mentalmente por las mismas leyes de reciprocidad o causalidad a estos lugares, cosas y sitios.
El infierno está conformado por círculos y subplanos, en muchos de ellos existen subregiones o grutas y cavernas para algunos tipos especiales de condenados.
Muchas cavernas de los planos físicos tienen que ver con estas regiones con estos lugares, sitios del plano físico que tienen que ver con el padecimiento, el dolor como vivencias humanas o estados de padecimiento de los seres; son los primeros estados o el antesala a la región del eterno sufrimiento.
Ciertamente el fuego encendido de azufre es el asiento del dolor y el padecimiento completo de las almas, en el centro del planeta es donde se logra la purificación efectiva de las almas. Existen dos vías únicas para purificar las almas, la del fuego del infierno o la vía de la purificación o santificación, solo existen dos vías.
domingo, 9 de octubre de 2011
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