viernes, 27 de junio de 2014

La historia de Tobit II

Llegada de Tobias a casa de  Ragüel
Cuando llegaron a Ecbatana, el ángel lo llevó a casa de Ragüel, pariente de él. Lo encontraron sentado junto a la puerta de entrada de su casa y lo saludaron. y él respondió.
¡Muy buenos días, amigos! ¡bienvenidos!
Luego dijo a su mujer Edna: ¡Cómo se parece este muchacho a mi pariente Tobit! Edna les preguntó: ¿De dónde son, amigos?
Ellos contestaron: Somos de la tribu de Neftalí y vivimos desterrados en Ninive.
Ella volvió a preguntarles: ¿Conocen a nuestro pariente Tobit?
Sí, lo conocemos, contestaron ellos.
Entonces les preguntó: ¿Está bien?.
Vive y está bien, le respondieron. Y Tobias añadió ¡Es mi padre!
Rasgüel se levantó de un salto y lo llenó de besos, mientras decía llorando: ¡Dios te bendiga, hijo! Tu padre es un hombre excelente. ¡Qué desdicha tan grande que un hombre tan bueno y tan generoso se haya quedado ciego!
Ragüel los recibió con mucha alegría.
En la mesa Tobias dijo a Rafael:
Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi parienta Sara.
Ragüel lo alcanzó a oír y dijo al muchacho: Come y bebe, y pasa alegremente esta noche. Porque, ningún otro fuera de ti tiene derecho a casarse con mi hija Sara. Por la misma razón, yo no puedo dársela a nadie sino a ti: tú eres mi pariente más cercano, Sin embargo, hijo, te debo decir la verdad. Ya antes se la he dado  a siete esposos, parientes nuestros, y todos han muerto la misma noche en que se acercaron a ella. Ahora, hijo, come y bebe; el Señor hará que les vaya bien.
Pero Tobías contestó: No probaré esta cena hasta que resuelvas mi asunto.
Ragüel llamó a su hija Sara. Cuando llegó, su padre la tomó de la mano y se la entregó a Tobías, diciéndole.
Yo te la entrego conforme a la ley y según el decreto escrito en los libros de Moisés. Que el Dios del cielo les conceda bienestar.
Entonces llamó a la madre, le pidió que trajera una hoja, y en ella escribió el contrato de matrimonio.
Ragüel ordenó a su esposa, preparar la habitación. Empezó a llorar por ella, se secó las lagrimas, y le dijo: Ten confianza, hija. Que el Señor del cielo te conceda alegría en vez de tristeza.
Cuando terminaron de cenar, decidieron ir a acostarse. Llevaron el muchacho a la habitación. Tobías se acordó entonces de lo que le había dicho Rafael. Sacó de su bolsa el hígado y el corazón del pescado, y los puso sobre las brasas en las que se quemaba incienso. El olor del pescado no dejó acercar al demonio, y éste salió huyendo por el aire hasta la parte más lejana de Egipto. Rafael fue y lo encadenó allá. y volvió inmediatamente.
Tobías antes de acostarse con ella le pidió que hicieran una oración, para pedirle al Señor que tuviera misericordia de ellos y que los protegiera.
Ella se levantó, y los dos comenzaron a orar así: "Alabado seas, Dios de nuestros antepasados, alabado sea tu nombre por siempre. Que el cielo y la creación entera te alaben por todos los siglos. Tú creaste a Adán y le distes a su esposa Eva como compañera y apoyo. Y de ellos dos nació todo el género humano. Tú dijiste: `No es bueno que el hombre esté solo. Le voy a hacer alguien que le sea de ayuda adecuada para él. Ahora, yo no tomo a esta mujer movido por deseos impuros, sino por intenciones sinceras. Dígnate tener compasión de mí y de ella, y concédenos llegar juntos a la vejez."
Y ambos añadieron: "Así sea, así sea".
En la mañana Ragüel temiendo que estuviese muerto Tobías, ordenó a la criada que fuese a ver.
La criada entró, y los encontró profundamente dormidos.
Ragüel alabó a Dios del cielo.Y como había mandado cavar una fosa, ordenó que se tapase nuevamente.
Celebró una fiesta y le pidió que se quedase con ellos dos semanas más, partió sus bienes con él. De ahora en adelante . Yo soy tu padre y Edna es tu madre.
Recogieron el dinero que tenia en casa de Gabael..
Tobías le pidió a Ragüel, que lo dejase ir, porque su padre estaría contando los días desde su partida.
Por otra parte Tobit, preocupado contaba los días desde su partida, y le surgían muchas preocupaciones. Su madre lloraba y se lamentaba y reclamaba a Tobit por dejarlo ir. Pero el la consolaba y le decía: El está bien. Habrán tenido allá alguna demora. El hombre que lo acompaña es de confianza, y además es pariente nuestro.
Pero ella le respondía:
¡Cállate y déjame en paz! No me engañes. Mi hijo ha muerto.
Diariamente ella se levantaba y miraba atentamente hacia el camino por donde debía venir su hijo.
Terminadas las dos semanas de las fiestas de bodas que Ragüel se había comprometido a celebrar en honor de su hija.
Después de peticiones de Tobías a Ragüel que lo dejase ir.
Ragüel le entregó a Sara, su esposa, y le dió la mitad de todo lo que tenía: criados y criadas, bueyes y ovejas, asnos y camellos, plata, utensilios. A Tobías lo despidió: ¡Que les vaya bien hijos!
Tobías se fue de la casa de Ragüel feliz y contento y alabando al Señor del cielo y de la tierra, al Rey del universo, porque la había concedido un viaje tan bueno..
Cuando estaban cerca de Caserín, ciudad que está frente a Nínive, dijo Rafael a Tobías: Tú sabes en que estado dejamos a tu padre. Adelantémonos a tu esposa, y vayamos a preparar la casa mientras llegan los demás. Y se fueron los dos juntos. Rafael le dijo que tuviera a mano la hiel. El perro los iba siguiendo a los dos. Ana, mientras tanto , estaba sentada mirando atentamente hacia el camino por donde debía venir su hijo.
Al presentir que venía, le dijo a Tobit: ¡Ya llega tu hijo con su acompañante!
Rafael le dijo a Tobías antes de llegar a la casa de tu padre: Estoy seguro de que tu padre recobrará la vista. Úntale en los ojos la hiel del pescado. Este remedio hará que las nubes se encojan y desaparezcan de sus ojos. Tu padre recobrará la vista y verá otra vez la luz.
Ana salió corriendo y abrazó a su hijo.
Tobit se levantó, y tropezando salió a la puerta. Tobías, que tenía en la mano la hiel del pescado, se acercó a su padre y lo tomó de la mano. Entonces le sopló en los ojos, y le dijo: ¡Ten confianza, padre! En seguida le aplicó el remedio. Luego, con ambas manos, le desprendió las nubes de los extremos de los ojos. Entonces Tobit abrazó a su hijo, y llorando le dijo: ¡Por fin puedo verte, hijo mio, luz de mis ojos!
Y añadió:
¡Alabado sea Dios, alabado sea su glorioso nombre! ¡Alabados sean todos sus santos ángeles! ¡Que su glorioso nombre sea alabado por toda la eternidad! Porque él me castigó, pero luego tuvo compasión de mí. y ahora puedo ver otra vez a mi hijo Tobías.
Tobías entró en la casa muy contento y alabando a Dios en voz alta.
Luego le contó a su padre lo bien que le había ido en su viaje, que había traído la plata, que se había casado con Sara, la hija de Ragüel, y que ella ya debía de estar llegando a las puertas de Nínive.
Tobit, lleno de alegría y alabando a Dios, salió a las puertas de la ciudad a recibir a su nuera. La gente de Nínive se quedó admirado al ver que Tobit iba caminando con todo su vigor, sin que tuvieran que llevarlo de la mano. Y Tobit les dijo que Dios había tenido compasión de él. Luego se acercó a Sara, la esposa de su hijo y la bendijo.
Cuando se terminó la fiesta, Tobit llamó a su hijo y le dijo:
Hijo, no dejes de pagarle a tu compañero de viaje lo que estaba convenido, y aun dale más.
Tobías le contestó: Padre, ¿qué paga le puedo dar? Aunque le diera la mitad de lo que me ayudó a traer, no me perjudicaría.
El me trajo sano y salvo, sanó a mi esposa, me ayudó a traer la plata, y a ti también te sanó. ¿Qué paga le puedo dar?.
Entonces, Tobías lo llamó y le dijo: Toma como paga la mitad de todo lo que trajiste, y que te vaya bien.

Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo:

ALABEN A DIOS, Y HABLEN DE SUS BENEFICIOS DELANTE DE TODOS LOS HOMBRES. ALÁBENLO Y CANTEN SALMOS A SU NOMBRE. HONREN A DIOS DANDO A CONOCER A TODO HOMBRE LO QUE ÉL HA HECHO.
NO SE CANSEN DE DARLE GRACIAS. CUANDO EL REY LE CONFÍA A UNO UN SECRETO, ES BUENO QUEDARSE CALLADO; PERO HAY QUE HONRAR A DIOS CONTANDO A TODOS Y PUBLICANDO LO QUE ÉL HA HECHO.
HAGAN EL BIEN, Y NINGÚN MAL VENDRÁ SOBRE USTEDES.
MUCHO MEJOR ES LA ORACIÓN ACOMPAÑADA DE AYUNO, Y DAR LIMOSNA VIVIENDO HONRADAMENTE, QUE TENER RIQUEZAS Y SER UN MALVADO.
MUCHO MEJOR ES DAR LIMOSNA QUE CONSEGUIR MONTONES DE ORO.
DAR LIMOSNA SALVA DE LA MUERTE Y PURIFICA DE TODO PECADO. LOS QUE DAN LIMOSNA GOZARÁN DE LARGA VIDA. LOS QUE COMETEN EL PECADO Y LA MALDAD SON ENEMIGOS DE SU PROPIA VIDA.

Ahora voy a contarles toda la verdad, no voy a ocultarles nada. Ya les había dicho que cuando el rey le confía a uno un secreto, es bueno quedarse callado, pero hay que honrar a Dios dando a conocer lo que él ha hecho.
Pues bien, Tobit, mientras tú y Sara oraban, yo presentaba sus oraciones ante la presencia gloriosa del Señor, para que él las tuviera en cuenta. Y lo mismo hacia yo mientras tú enterrabas a los muertos.
Aquella vez, cuando no dudaste en levantarte y dejar servida la comida para ir a enterrar a aquel muerto, Dios me envió a ponerte a prueba.
Y ahora también me ha enviado Dios a sanarte, lo mismo que a Sara, tu nuera.
Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y que pueden entrar ante su presencia gloriosa.

Los dos se asustaron mucho y se arrodillaron inclinándose hasta el suelo, llenos de miedo. Pero el ángel les dijo:
¡No tengan miedo! ¡Tranquilícense! Alaben siempre a Dios. Si yo he estado con ustedes, no fue porque yo lo quisiera, sino porque Dios lo dispuso. Denle gracias a él todos los días, alábenlo a él. Cuando me veían comer y beber, no era a mi realmente a quien veían, sino a una visión. Den gracias al Señor de la tierra, alaben a Dios. Yo voy a subie a Dios, que me envió. Pongan por escrito todo lo que les ha sucedido.
Y se elevó. Ellos se levantaron y no lo pudieron ver más.
Entonces comenzaron a dar gracias a Dios y alabar sus maravillas.




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