El principio de la Vida es la búsqueda, creemos conocernos pero estamos muy equivocados, saber quienes somos es urgente para entender y comprender el camino de la búsqueda.
Son 24 los hijos del altísimo y estos a su vez son los padres de la humanidad, los veinticuatro ancianos son nuestros guías, son los que velan por nuestro sendero por guiarnos hacia el camino.
Debemos merecimiento y obediencia a estos seres quienes son los que interceden ante el REAL ante la la LUZ de TODAS LAS LUCES, de día y noche por nuestras faltas, existe un principio cósmico que dice: para subir primero se debe bajar, estamos en estos planos porque fuimos quienes deseamos ascender a la Luz más pura y perfecta. La REGIÓN DE LA LUZ.
Debemos vencer y destruir la parte animal con la que fue mezclada nuestra naturaleza divina.
Por qué pocos tienen interés en la búsqueda?, El sueño y el error es algo protuberante en la parte animal con la que fuimos concebidos, el tipo de alimentación que cada día ingerimos se vuelve más pesado y más difícil de transformar, pues el desuso de estos tipos de canales transformadores de estos tipos de alimentos, las impresiones ha debilitado su accionar, somos ya pocos sensibles a nuestra naturaleza divina.
Interioricemos, alimentémonos de Luz, seamos sensibles, busquemos el sendero, conozcamos el camino de los iniciados
domingo, 24 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
El Conocimiento y La Sabiduría
Ser inteligente no es sinónimo de ser sabio, la inteligencia como don preciado del intelecto y el desarrollo de habilidades cognitivas permite al ser hacer análisis juicios y deducciones dentro del marco del raciocínio la lógica y el formalismo.
La sabiduría por otro lado es el don del juicio de la verdad, es la particularidad del ser, la plenitud de la existencialidad, la razón del ser y el saber, es la profundidad y exterioridad de las cosas.
Ser sabio es comprender el ahora, es entender el pasado y comprender el futuro, ser sabio es poder penetrar en la esencia de las cosas, es comunicar y conectarse con la Luz Divina que gobierna y dirige los procesos de la conectividad universal.
Es cierto que existe la inteligencia divina, pero la inteligencia divina es la esencia de las cosas, de las leyes, de los planos, de los mundos, de los universos, de lo materia e inmaterial, de lo que percibimos y lo que no percibimos pero que existe.
Cuando aprendamos a viajar en el mundo cuántico, cuando entendamos que nosotros solo somos una átomo en esencia (el ser atómica) en proceso evolutivo cósmico, se despejaran muchas dudas del mundo dual, dejaremos de vernos tan diferentes y entenderemos que solo somos una llama buscando a unirse a la llama del infinito que es la Luz que crea y recrear permanentemente.
Entonces debemos aprender a interiorizarnos y buscar esa verdad que mora y palpita en todo ser, conectarnos con la sabiduría cósmica, con la inteligencia divina, es ella la que tiene el poder de develarnos todos los secretos y su existencialidad.
La sabiduría por otro lado es el don del juicio de la verdad, es la particularidad del ser, la plenitud de la existencialidad, la razón del ser y el saber, es la profundidad y exterioridad de las cosas.
Ser sabio es comprender el ahora, es entender el pasado y comprender el futuro, ser sabio es poder penetrar en la esencia de las cosas, es comunicar y conectarse con la Luz Divina que gobierna y dirige los procesos de la conectividad universal.
Es cierto que existe la inteligencia divina, pero la inteligencia divina es la esencia de las cosas, de las leyes, de los planos, de los mundos, de los universos, de lo materia e inmaterial, de lo que percibimos y lo que no percibimos pero que existe.
Cuando aprendamos a viajar en el mundo cuántico, cuando entendamos que nosotros solo somos una átomo en esencia (el ser atómica) en proceso evolutivo cósmico, se despejaran muchas dudas del mundo dual, dejaremos de vernos tan diferentes y entenderemos que solo somos una llama buscando a unirse a la llama del infinito que es la Luz que crea y recrear permanentemente.
Entonces debemos aprender a interiorizarnos y buscar esa verdad que mora y palpita en todo ser, conectarnos con la sabiduría cósmica, con la inteligencia divina, es ella la que tiene el poder de develarnos todos los secretos y su existencialidad.
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